2 de Marzo de 2012La localidad zaragozana de Remolinos es bastante conocida por sus minas de sal. En esta ocasión nos interesaba localizar algunas de las que actualmente están abandonadas y hacernos a la idea del trabajo y la vida que se desarrollaba alrededor de ellas.
El punto de salida de la excursión es el final del barranco de Las Salinas, barranco que desemboca al noroeste del pueblo, cerca de unas enormes piscinas de agua salada. Ese es el barranco de vamos a recorrer de abajo a arriba.
Entramos en el barranco y enseguida nos encontramos con un vallado que han colocado para evitar que las motos de los “destalentaos” con los “destalentaos” encima lo destrocen.Poco más arriba tomamos a la izquierda (derecha orográfica) una senda que se separa progresivamente del fondo. La primera de las minas de este día está aquí.
Por pista avanzamos hasta sobrepasar un antiguo vertedero que ha sido parcialmente sellado. Unos metros más y de nuevo a la derecha buscamos el fondo del barranco utilizando trazas de sendero.
Estamos en la instalación de la mina más grande de este fondo. Quedan las paredes del edificio que albergaba el sistema de molienda del material y en su interior dos piedras de moler. La mina presenta una boca que se divide en dos pasillos con los restos de los raíles. Restos de instalación eléctrica nos hacen pensar en el trabajo que podría realizarse aquí sin que consigamos respondernos tantas preguntas. Nos adentramos en el pasillo de la derecha que, después de un recorrido recto, va girando a la izquierda. Algún desplome no invita a continuar. ¿Se acabaría saliendo por la otra boca?
Regresamos y unos metros más abajo estamos de nuevo en el lecho del barranco que como hace días que no llueve es fácilmente andable.
Decidimos remontarlo hasta alcanzar una pista que aparece dibujada en el mapa y que lo debe atravesar. Un par de bocas de mina a nuestra derecha no tienen las dimensiones de la anterior. Sin dificultades ni pérdidas, obligatoriamente llegas al cruce con la pista. El mapa dice que poco más arriba se encuentra la Mina Real, debe ser bastante más grande que las que hemos visto. Para otro día porque hemos quedado en regresar a Zaragoza. Tomamos a la derecha ascendente para colocarnos por encima del barranco que hemos recorrido.
Desde la zona más alta se ve el reflejo de enormes piscinas salinas que deben formar parte de la explotación de la Mina María del Carmen, la que ahora sigue en explotación con la empresa “Ibérica de Sales”.
La pista se incorpora a un barranco paralelo al que hemos recorrido y nos conduce al centro del municipio. A nuestra derecha y teniendo como referencia la pared del frontón municipal llegamos de nuevo al coche.
Interesante excursión mezcla de naturalismo de campo con arqueología industrial. Recomendable para un paseo mañanero, unos 
A la vuelta a buscar información en Internet. Alguna cosa he encontrado y la recomiendo: http://milksci.unizar.es/miner/minespana/remolinos.htmlPoco más arriba tomamos a la izquierda (derecha orográfica) una senda que se separa progresivamente del fondo. La primera de las minas de este día está aquí. Revisión de los primeros metros y continuamos la subida. Casi en la parte más alta nos salimos del barranco para llegar hasta lo que parece un vértice geodésico convertido en altar. Buenas vista del valle del Ebro y de la zona donde hemos comenzado al excursión.
Por pista avanzamos hasta sobrepasar un antiguo vertedero que ha sido parcialmente sellado. Unos metros más y de nuevo a la derecha buscamos el fondo del barranco utilizando trazas de sendero.Estamos en la instalación de la mina más grande de este fondo. Quedan las paredes del edificio que albergaba el sistema de molienda del material y en su interior dos piedras de moler. La mina presenta una boca que se divide en dos pasillos con los restos de los raíles. Restos de instalación eléctrica nos hacen pensar en el trabajo que podría realizarse aquí sin que consigamos respondernos tantas preguntas. Nos adentramos en el pasillo de la derecha que, después de un recorrido recto, va girando a la izquierda. Algún desplome no invita a continuar. ¿Se acabaría saliendo por la otra boca? Regresamos y unos metros más abajo estamos de nuevo en el lecho del barranco que como hace días que no llueve es fácilmente andable.
Decidimos remontarlo hasta alcanzar una pista que aparece dibujada en el mapa y que lo debe atravesar. Un par de bocas de mina a nuestra derecha no tienen las dimensiones de la anterior.
Sin dificultades ni pérdidas, obligatoriamente llegas al cruce con la pista. El mapa dice que poco más arriba se encuentra la Mina Real, debe ser bastante más grande que las que hemos visto. Para otro día porque hemos quedado en regresar a Zaragoza. Tomamos a la derecha ascendente para colocarnos por encima del barranco que hemos recorrido. 
Desde la zona más alta se ve el reflejo de enormes piscinas salinas que deben formar parte de la explotación de la Mina María del Carmen, la que ahora sigue en explotación con la empresa “Ibérica de Sales”.La pista se incorpora a un barranco paralelo al que hemos recorrido y nos conduce al centro del municipio. A nuestra derecha y teniendo como referencia la pared del frontón municipal llegamos de nuevo al coche.
Interesante excursión mezcla de naturalismo de campo con arqueología industrial. Recomendable para un paseo mañanero, unos 7 kilómetros , siempre y cuando no haya llovido anteriormente. Supongo que el barro la haría insufrible.
A la vuelta a buscar información en Internet. Alguna cosa he encontrado y aquí está el enlace: http://milksci.unizar.es/miner/minespana/remolinos.html
Excursión recomendable.
José Angel
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