SAVE FOOD es el primer estudio paneuropeo realizado sobre el desperdicio de alimentos en hogares particulares. Realizado en siete países, el estudio de Albal revela datos sorprendentes en lo relativo a desperdicio de alimentos en los hogares europeos.
Estas son las conclusiones principales del estudio:
Datos clave sobre desperdicio de alimentos en Europa
- Como media, los europeos tiran alrededor del 20% de la comida que compran
- De este porcentaje de alimentos desechados, como medía, más del 50% del mismo es evitable cada año. Estos alimentos podrían haberse consumido si se hubieran planificado, gestionado y almacenado mejor.
- Aproximadamente el 30% de la comida empaquetada se tira antes de ser abierta.
- Las frutas y verduras frescas es lo que más se tira. Alrededor del 50% de los alimentos desperdiciados lo constituyen frutas y verduras, seguido de sobras procedentes de platos cocinados en casa y/o comida rápida.
- Los consumidores españoles tiran alrededor del 18 % de la comida que compran.
- Los hogares españoles desperdician comida por valor de 11 mil millones de euros cada año.
- En España desperdiciamos 2,9 millones de toneladas de alimentos cada año.
- Desperdicio per cápita de alimentos en kilos: En España, cada ciudadano tira unos 250 € anuales en comida. En muchos casos, supone nuestro propio peso corporal (63kg).
- De la proporción de alimentos desperdiciados, el 45 % de alimentos que se tiran al año en España se podría haber evitado si la comida se hubiera planificado, gestionado y almacenado mejor.
- Existe una falta de conciencia del desperdicio real de alimentos: En España los consumidores estiman que su porcentaje de desperdicio es del 4 %, cuando en realidad la cifra se sitúa en el 18 %.
- Alrededor de 92% de todos los españoles que respondieron, coincidieron en que un comportamiento más consciente del consumidor podría reducir la cantidad del desperdicio de comida.
La encuesta se desarrolló de enero a marzo de 2011 y está basada en un total de 1.500 encuestados que respondieron en Alemania, Francia y España. Este trabajo se completó con encuestas a 1000 personas en Suecia, Bélgica, Rusia y Austria (representativas de la población online) a través de sondeos demoscópicos.
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