Un grupo de militantes pioneros en la lucha antinuclear han iniciado una CAMPAÑA INFORMATIVA para expresar su rechazo a los planes del gobierno de ampliar el periodo de vida de la central nuclear de Garoña ante los riesgos de que se produzca un accidente de graves consecuencias para todo el Valle del Ebro.
La iniciativa, en la que participan ecologistas históricos como Mario Gaviria y Santiago Vilanova, se ha presentado este jueves en rueda de prensa por el consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, y ha contado con el apoyo de distintas organizaciones ecologistas y sindicales.
Bravo (Greenpeace) ha presentado un INFORME elaborado por científicos del Instituto Max Planck de Austria que describe los efectos que tendría sobre el Valle del Ebro un hipotético accidente en el reactor nuclear de Garoña similar a los ocurridos en Chernobyl o Fukushima.
heraldo.esLa radiación de las fugas de agua de Garoña al río Ebro podrían afectar a unas 100.000 hectáreas de riego a través de los canales de Lodosa, canal Imperial, canal de Tauste y acequias derivadas del río, así como bombeos desde el Ebro a ambas márgenes. Estas 100.000 hectáreas de regadío que actualmente tienen un valor económico de unos 4.000 millones de euros, si fueran contaminadas por agua radioactiva podrían tener que dejar de producir, ya que los alimentos con contaminación radioactiva no tendrían mercado. Se podrían perder unos 20.000 empleos directos y otros tantos indirectos en explotaciones agrícolas, unas 500 granjas, unas 300 empresas agroalimentarias, incluida la Ciudad Agroalimentaria de Tudela, etc.
Probablemente la mayor catástrofe económica y gastronómica la sufriría el sector agroalimentario: adiós al vino de La Rioja, adiós a las hortalizas de Navarra, adiós a las carnes y a las frutas de Aragón en el Eje del Ebro, adiós al arroz y hortalizas del delta del Ebro.
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