En este momento la información recopilada se encuentra dispersa en internet, publicaciones nacionales o internacionales, algunas de ellas revistas o editoriales locales de difícil acceso. El interés por conservar los conocimientos ecológicos tradicionales ha calado en los poderes públicos. Tanto es así que la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del PatrimonioNatural y de la Biodiversidad, asumiendo los principios y compromisos del Convenio sobre la Diversidad Biológica, recoge la necesidad de la conservación y promoción de los conocimientos tradicionales como parte del concepto de utilización sostenible de la biodiversidad, reconociendo la importancia de la conservación integral del patrimonio biocultural, teniendo en cuenta los dos componentes que conforman este patrimonio (natural y cultural).
Los remedios tradicionales se han usado sobre todo para enfermedades comunes como los catarros,
neumonías, diarreas, molestias estomacales e intestinales, afecciones
circulatorias, heridas, torceduras o dolores musculares en general (Aceituno
2010). En las casas solía haber siempre algunas plantas vulnerarias y otras
para el tratamiento de dolencias frecuentes del aparato respiratorio y digestivo
que servían de botiquín familiar. Para dolencias más específicas se recurría al
curandero o al médico. En todas las zonas había curanderos o personas con un
gran conocimiento de la farmacopea local. Uno
de los primeros estudios etnobiológicos modernos llevado a cabo en Aragón por
José María Palacín (1994) encontró tres mujeres que conocían más de 100
plantas medicinales. De éstas, una conocía 230 plantas medicinales, 31 animales
y 29 minerales con los que preparaba más de 1450 remedios. Se trata sin duda de
algo excepcional que demuestra lo profundo que puede llegar a ser el saber
popular. Conseguir recopilar tanta información es una tarea ardua, pues la
mujer fue entrevistada 69 veces en un periodo de seis años.
El Inventario Español de Conocimientos Tradicionales, al
integrar la diversidad natural y cultural rompe
la dicotomía entre conservación y gestión de los recursos naturales. Esta
visión holística permite que a la vez que conservamos la biodiversidad la
ponemos en valor, para que sea un legado global para las siguientes
generaciones, incluidos sus beneficios. Como hemos dicho, estos recursos son
valiosos tanto por el papel que juegan en la salud, alimentación o como fuente
de materias primas con muchísimas utilidades, como por el papel que pueden
llegar a tener en el futuro. Los conocimientos tradicionales pueden ser fuente
de inspiración para la innovación en industrias como la farmacéutica, cosmética
o alimentaria, así como recursos valiosos para el desarrollo de nuestras zonas
rurales, por ejemplo a través del turismo rural.
Aunque el uso de estas plantas suele ser seguro, se han registrado algunos casos de intoxicación ligados
al mal uso de las mismas. En Extremadura se han detectado dos envenenamientos,
uno de ellos mortal, por el consumo de Atractylis gummifera,
conocido allí como cardo de arzolla. Al parecer se consumieron por equivocación
las raíces de esta especie en vez de las de Centaurea ornata, también
denominada cardo de arzolla (Vallejo et al. 2009). El uso de estos remedios
requiere que se conozcan bien, y la pérdida del conocimiento tradicional junto
a la creciente tendencia a la automedicación, y la percepción de que los
remedios naturales son siempre seguros y sin efectos secundarios, hace que el
riesgo de que su consumo pueda ocasionar efectos no deseados sea considerable.
Además mucha gente oculta el empleo de remedios populares cuando visita al
médico, dado el rechazo mostrado por muchos profesionales de la salud hacia
estos remedios. Para evitar estos riesgos, es fundamental que los profesionales
de la salud adopten actitudes más abiertas hacia este tipo de prácticas ligadas
a los conocimientos tradicionales (Haro 2000).
El Inventario Español de los Conocimientos Tradicionales ha
despertado un gran interés en los colectivos implicados en el estudio,
promoción y desarrollo de los conocimientos tradicionales. Por ello se
celebraron las I Jornadas Técnicas sobre los Inventarios Españoles de losConocimientos Tradicionales relativos al Patrimonio Natural y la Biodiversidad
(Ley 42/2007) y a los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la
Alimentación (Ley 30/2006). Estas jornadas tuvieron lugar en el Jardín Botánico
de Castilla-La Mancha (Albacete) los días 17 y 18 de junio de 2011.
Texto completo: revistaambienta.es
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