jueves, 29 de noviembre de 2012

Después del oso, la cabra montés regresa a los Pirineos Franceses

Le Monde_Planète. Stéphane Thépot (Toulouse, corresponsal) 

Después del oso, una nueva especie emblemática de los Pirineos debería regresar a estas montañas. Una cuarentena de ejemplares de cabrá montés son esperados para la primavera de 2013 en dos lugares del macizo franco-español, arriba de Cauterets (Hautes-Pyrénées) y en el valle de Ustou (Ariège). Los habitantes de estas dos demarcaciones están llamados, desde el martes 20 noviembre,a manifestar su opinión mediante una encuesta pública.

Esta medida no debería provocar una oposición tan feroz como en el caso del oso. Pacífico herbívoro de cuernos largos, la cabra montés se ha convertido en un atractivo del macizo alpino.

Estas cabras, veinte machos y otras tantas hembras, esta vez no vendrán de los Alpes sino de España. Solo falta la autorización de Madrid. La especie ibérica (Capra pyrenaica) se diferencia de sus primos de los Alpes (Capra ibex) por los cuernos de los machos, todavía más grandes, y en forma de lira. Nathalie Kosciusko-Morizet, Ministra de Ecología del anterior Gobierno, había hecho inscribir esta especie, que suscita mayor consenso que el oso, entre las prioridades de la “estrategia pirenaica de valoración de la biodiversidad” en 2011. Con acierto.

Comparación morfológica de machos adultos de cabra montés ibérica (Gredos) y alpina (Vanoise)

Fuerte opositor al oso, el Presidente del Consejo General de la Ariège, Augustin Bonrepaux (PS), ha manifestado que estaba dispuesto a cofinanciar durante tres años una inversión anual que se estima en 100.000 euros para 60 cabras en su Departamento. El Parque Nacional de los Pirineos prevé por su parte invertir 125.000 € cada año, más de un millón de euros en nueve años. El programa globalmente supone la transferencia de 160 a 200 animales.

CONTROLES VETERINARIOS Y POSIBLE CUARENTENA
Las principales cuestiones planteadas con la llegada de la cabra montés ibérica son de tipo sanitario. Se han previsto controles veterinarios y un posible período de cuarentena antes de soltar los animales con el fin de evitar cualquier transmisión de enfermedades al ganado estival de los Pirineos. Los cazadores temen también que las cabras contaminen una de las poblaciones cinegéticas, el rebeco. En Andalucía, un terrible brote de sarna llegó a causar una mortandad de hasta el 90% a finales de los años ochenta, reduciendo la población de cabra montés de 9.000 a 600 individuos.

En los Pirineos, el último ejemplar de la subespecie originaria, Capra pyrenaica pyrenaica, desapareció hace doce años. La última hembra murió accidentalmente durante el invierno del 2000 en Ordesa (Aragón), en el parque nacional creado en 1918 por el rey español Alfonso XIII para proteger esta cacería real. Pero varias subespecies están todavía presentes en la Sierra de Guara (Aragón) en la Cordillera Cantábrica, la región de Castilla y León y hasta en Galicia y Portugal.

Las asociaciones españolas de caza, que protegen celosamente una población estimada en 60.000 cabezas, en principio eran reticentes a “exportar” unos animales objeto de un lucrativo turismo de caza en el otro lado de los Pirineos. Los intentos de clonación apoyados por el Gobierno de Aragón han fracasado, es la hora de la cooperación internacional. Para superar las últimas reticencias españolas, Francia ha registrado el 15 de septiembre la cabra ibérica como especie protegida.

EL EMPLAZAMIENTO SE ENCUENTRA EN LA ZONA CENTRAL DEL PARQUE NACIONAL
Con sede en Tarbes, el Parque Nacional de los Pirineos prepara su reintroducción desde 1987. El primer lugar de liberación propuesto, entre el pico Péguère y el macizo de Ardiden, es muy simbólico. De hecho, fue en estas montañas de roca suelta que se asoman sobre la estación termal de Cauterets donde un guía local abatió en 1910 las últimas dos cabras, en la parte francesa, exponiendo sus cuernos con orgullo como un trofeo.
Un siglo más tarde, el emplazamiento se encuentra en la zona central del parque, donde la caza está prohibida. Resulta igualmente simbólico que la Federación de Cazadores de Ariège sea quien haga el seguimiento de los animales en este Departamento. El Parque Natural Regional de los Pirineos de Ariège, creado en 2009, está asociado a esta larga operación de reintroducción. Los Pyrénées-Atlantiques deberán esperar hasta 2017 para volver a ver cabra montés en los valles del Béarn.

No se ha fijado fecha para la firma del tratado franco-español que debe validar la llegada de la cabra ibérica. El Ministerio de Ecología indica que el texto también podría afectar al grévol. Esta ave que habita en los bosques desapareció de los Pirineos debido a la deforestación. Algunos ejemplares provenientes de los Alpes fueron puestos en libertad en 2011.

1 comentario:

  1. Agotada la posibilidad de que el bucardo viva en el Pirineo, se intentará que la cabra montés, ocupe su lugar. No será la misma subespecie extinguida. No es posible de otro modo.
    Espero que un día podamos ver de nuevo a las cabras en estas montañas.

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