- La tendencia actual del Inaga es la de autorizar la destrucción de nidos.
- Los ecologistas han detectado una "mayor hostilidad" hacia las colonias.
La protección especial de la que gozaban las cigüeñas hasta hace unos años está a punto de terminarse. Las prácticas agrícolas y el control al que se las ha sometido han permitido multiplicar de forma exponencial la presencia de estas aves en Aragón. Su población se situaba por encima de las 1.200 parejas reproductoras, según el último censo realizado hasta el momento, en el año 2004. Sin embargo, en la actualidad su número podría rondar las 1.800 parejas, una cantidad suficiente como para que sus colonias se hayan convertido en un problema de mantenimiento de iglesias, edificios singulares y tendidos eléctricos (sus nidos van creciendo y pueden llegar a pesar más de 500 kilos por la acumulación de materiales).
(...) Los colectivos conservacionistas conocen las tensiones que está generando la colonia de cigüeñas. "En muchos lugares se percibe más hostilidad", asegura el responsable del grupo de cigüeñas de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar), José Antonio Pinzolas.
"En determinados pueblos se ha pasado de tener dos nidos a contar con más de diez, con las molestias, suciedades y humedades que eso supone", asegura.
(...) Pese a la muy extendida creencia popular de que gracias al alimento que encuentran durante el invierno las cigüeñas han dejado de migrar, lo cierto es que siguen emprendiendo su viaje al Sur. Según el responsable del grupo de cigüeñas de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar), José Antonio Pinzolas, los ejemplares que se ven estos días suelen venir de Francia o Alemania en busca de climas más cálidos, mientras que las que nos acompañan el resto del año se van ahora al norte de Marruecos. De esta forma, las recién llegadas ocupan los nidos de las que se han ido de la zona.
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