Las crecidas y la falta de regularización han provocado el masivo vertido del Ebro,
que ayer aún bajaba con fuerza en Zaragoza.Foto: ÁNGEL DE CASTRO
La Confederación Hidrográfica del Ebro volvió a destacar durante el desarrollo de la última crecida del Ebro la importancia de la regulación, que permitió laminar parte de las aportaciones de algunos afluentes del río y evitar parte de los daños. La falta de control fluvial en la cabecera de la cuenca no solo ha propiciado daños por valor de 15 millones de euros en Aragón --según los sindicatos agrarios--, sino que ha evitado que este agua pueda aprovecharse. Y solo en lo que va de mes, el Ebro ha vertido al mar el doble de lo que se estima que consume la población y la industria en toda la cuenca en un año. Un dato que duele más viniendo de unos años secos.
Según las estadísticas de la CHE, la estación de Tortosa --la más próxima a la desembocadura con datos en tiempo real-- ha visto pasar en estos 26 días más agua de la que consumen ambos sectores al año, trasvases incluídos. Y eso salvando el caudal ambiental --el agua intocable para mantener el equilibrio ecológico del río--, estimado en unos 100 metros cúbicos por segundo.
Así, el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) refleja un caudal medio del Ebro a su paso por Tortosa de 469,36 metros cúbicos por segundo en enero, lo que restando el citado caudal ecológico supone algo más de 830 hectómetros cúbicos que han ido directamente al Mediterráneo. El Plan Hidrológico de la demarcación (PHE) de hace dos años estima --para el 2015-- un consumo de 770,63 hectómetros cúbicos al año entre agua de boca e industria. Y lo vertido en enero es casi un 10% del consumo total, de 8.420 hectómetros cúbicos con demanda agraria.
Al dato habrá que sumarle los efectos de las crecidas del mes, tanto la pasada como la que está por venir, cuyo paso por Zaragoza está previsto para el miércoles con 1.600 metros cúbicos por segundo.
Según las estadísticas de la CHE, la estación de Tortosa --la más próxima a la desembocadura con datos en tiempo real-- ha visto pasar en estos 26 días más agua de la que consumen ambos sectores al año, trasvases incluídos. Y eso salvando el caudal ambiental --el agua intocable para mantener el equilibrio ecológico del río--, estimado en unos 100 metros cúbicos por segundo.
Así, el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) refleja un caudal medio del Ebro a su paso por Tortosa de 469,36 metros cúbicos por segundo en enero, lo que restando el citado caudal ecológico supone algo más de 830 hectómetros cúbicos que han ido directamente al Mediterráneo. El Plan Hidrológico de la demarcación (PHE) de hace dos años estima --para el 2015-- un consumo de 770,63 hectómetros cúbicos al año entre agua de boca e industria. Y lo vertido en enero es casi un 10% del consumo total, de 8.420 hectómetros cúbicos con demanda agraria.
Al dato habrá que sumarle los efectos de las crecidas del mes, tanto la pasada como la que está por venir, cuyo paso por Zaragoza está previsto para el miércoles con 1.600 metros cúbicos por segundo.
Vídeo: La crecida en el Ebro a su paso por Zaragoza
ALFONSO HERNÁNDEZ - 22/01/2013
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